miércoles, 27 de agosto de 2008

La Guerra de los mundos

En la noche del 30 de octubre de 1938, millares de estadounidenses fueron aterrorizados por una emisión de radio de la CBS que describía la invasión de los marcianos. Su artífice era Orson Welles, que escenificaba La guerra de los mundos, la novela fantástica de H.G. Wells. El sociólogo Hadley Cantril, a quien se debe un análisis sobre el impacto de este rpograma resume así el estado de shock de los oyentes:
‘mucho antes de terminar el programa, en todo EEUU, había personas rezando, llorando y huyendo frenéticamente para no encontrar la muerte a mano de los marcianos. Algunos corrieron en busca de seres queridos. Otros telefonearon para despedirse o alertar a los amigos, corrieron a informar a sus vecinos, buscaron información en las redacciones de los periódicos y las emisoras de radio, o avisaron a las ambulancias y coches de patrulla de policía. Por lo menos seis millones de personas oyeron la emisión y como mínimo un millón de ellas se asustaron o se inquietaron.’
El acontecimiento creado por Welles permitía por primera vez hacer un test de tamaño natural sobre las condiciones de sugestibilidad, del recíproco contagio sobre el pánico (Psicosis colectiva).
(...)
En el plano de las representaciones sociales, estas escenas de emoción inauditas, que se traducían en actos irreflexivos e incitaciones gregarias, no fueron las últimas en fundamentar la teoría de la omnipotenciade la nueva técnica de comunicación a través de las ondas"

Fuente: Mattelart (1996) La comunicación-mundo, México, Siglo XXI

Guerra de los Mundos Orson Wells

Justificación

Decidimos analizar el video de la parte inferior, porque es una visión contraria a los planteamientos de la teoría de la Aguja Hipodérmica, éste plantea que los medios de comunición nos engañan con la ayuda de efectos visuales y de audio, así como los testimoniales presentados, que sólo son instrumentos que contribuyen a la construcción de una realidad creada por los medios y que, por lo tanto es manipulada ejerciendo un efecto particular en la audiencia que le provoca duda o miedo. Pone en tela de juicio el hecho de que lo que dicen los medios es la unica verdad que debe ser aceptada por la audiencia, quienes son incapaces de pensar y de decidir por si sólos.

Atentado a las Torres Gemelas Opinión del público

Sociedad de Masas.

La sociedad de masas.
La presencia del concepto de sociedad de masas es fundamental para la comprensión de la teoría hipodérmica, que en ocasiones se reduce a una ilustración de algunas características de la sociedad de masas. Las variantes aplicadas a este concepto son diversas: el pensamiento político del siglo XIX de carácter conservador señala en la sociedad de masas el resultado de la progresiva industrialización, de la revolución en los transportes, en los comercios, en la difusión de valores abstractos de igualdad y de libertad. Estos procesos determinan la perdida de exclusividad por parte de las élites que se encuentran expuestas a las masas. El debilitamiento de los vínculos tradicionales (de familia, de comunidad, de asociaciones profesionales, de religión, etc.) contribuye a debilitar el tejido conectivo de la sociedad y a preparar las condiciones para el aislamiento y la alienación de masas.
Un filón distinto está representado por la reflexión sobre la cualidad del hombre-masa, resultado de la desintegración de las élites. Ortega y Gasset (1930) describe en el hombre-masa la antítesis del humanista culto. La masa es el juicio de los incompetentes, representa el triunfo de una especie antropológica que recorre todas las clases sociales y que basa su propio papel en el saber especializado vinculado a la técnica y a la ciencia. Desde este punto la masa “es todo lo que no se valoro a sí mismo ni bien ni en mal mediante razones especiales, pero que se siente “como todo el mundo” y sin embargo no se angustia, es más se siente a sus anchas al reconocerse idéntico a los demás” (Ortega y Gasset,1930, 8).
La masa arrasa todo lo que es diferente, singular, individual, cualificado y seleccionado (Ortega y Gasset, 1930, 12). Aunque el ascenso de masas indica que la vida media se mueve a un nivel superior a los precedentes, las masas sin embargo revelan un absurdo estado de ánimo: sólo están preocupadas por su bienestar y, al mismo tiempo, no se sienten solidarias con las causas de este bienestar ( Ortega y Gasset, 1930, 51), mostrando una absoluta ingratitud hacia lo que les facilita la existencia.
Simmel, observa que la masa es una formación nueva, que no se basa en la personalidad de sus miembros, sino sólo en aquellas partes que unifican a cada uno con todos los demás y equivalen a las formas más primitivas a ínfimas de la evolución orgánica. Evidentemente aquí no cabe ningún comportamiento que presuma proximidad y reciprocidad de varías opiniones distintas. Las acciones de la masa apuntan a su meta e intentan llegar a ella por la vía más breve: esto hace que lo que las domine sea siempre una única idea, la más sencilla posible. No suele ser habitual que, en sus conciencias, los miembros de una gran masa posean un amplio abanico de ideas en común con los demás. Por otro parte, dada la complejidad de la realidad contemporánea, cada idea simple debe ser también la más radical y exclusiva (Simmel, 1917,68).
Al margen de las contraposiciones filosóficas, ideológicas y políticas en el análisis de la sociedad de masas interpretada como la época de la disolución de las élites o de las formas sociales comunitarias, bien como una estructura social más compartido, o bien como una estructura de social originada por el desarrollo de la sociedad capitalista, algunos rasgos comunes caracterizan la estructura de masas y sus comportamiento: las masas están constituidas por una agregación homogénea de individuos que en cuanto miembros son sustancialmente iguales, no diferenciables, aunque procedan de ambientes distintos, heterogéneos, y de todos los grupos sociales.
Las masas además se componen de personas que no se conocen, espacialmente separadas unas de otras, con escasas o ninguna posibilidad de interactuar. Finalmente, las masas carecen de tradiciones, reglas de comportamiento, leadership y estructura organizativa (Blumer, 1936 y 1946). Esta definición de masas es importante porque en primer lugar, enfatiza y corrobora el elemento central de la teoría hipodérmica, es decir, el hecho de que los individuos permanecen aislados, anónimos, separados atomizados. El aislamiento de cada individuo particular en la masa anónima es por tanto el requisito de la primera teoría sobre los media. Dicho aislamiento no sólo es físico y espacial, es también de otro tipo: Blummer, en efecto señala que los individuos en cuanto a componentes de la masa están expuestos a mensajes, contenidos, acontecimientos, que van más allá de su experiencia, que se refieren a universos de significado y de valor que no coinciden necesariamente con las reglas del grupo del que el individuo forma parte. En este sentido la pertenencia a la masa dirige la atención de los miembros lejos de sus esferas culturales y vitales, hacia áreas no estructuradas por modelos o expectativas (Freidson, 1953, 199).
El factor de aislamiento físico y normativo del individuo en la masa es lo que explica en gran parte el interés que la teoría hipodérmica concede a la capacidad manipuladora de los primeros medios de comunicación de masas. Una segunda razón importante en está caracterización de las masas es su continuidad con parte de la tradición europea del pensamiento filosófico-político: las masas son una agregación que surge y vive más allá y contra los vínculos comunitarios preexistentes, que resulta de la desintegración de las culturas locales, y en la que los papeles comunicativos son impersonales y anónimos. La debilidad de la audience indefensa y pasiva deriva de esta disolución y fragmentación.
Por tanto, según la teoría hipodérmica cada individuo es un átomo aislado que reacciona por separado a las órdenes y a las sugerencias de los medios de comunicación de masas monopolizados (Wright Mill, 1963, 203) Si los mensajes de la propaganda consiguen llegar a los individuos de la masa, la persuasión puede ser fácilmente inoculada: es decir, si se da en el blanco, la propaganda obtiene éxito preestablecido.

Descripción de la Teoría Hipodérmica



Esta teoría es también conocida como la teoría de la bala mágica desarrollanda entre 1900 y 1940, el enfoque principal de esta teoría es estudiar como a través del modelo de comunicación, emisor, mensaje y receptor, existe una relación directa entre causa-efecto. Otro de sus objetivos es estudiar el comportamiento humano con los métodos del experimento y de la observación típica de las ciencias naturales y biológicas. Describe a la sociedad de masas como la relación existente entre los individuos y el orden social que los rodea. La teoría dice que los individuos que integran a la sociedad permanecen aislados, anónimos, separados, atomizados.
“Cada miembro del público de masas es personal y directamente atacado por el mensaje” (Wright 1975)Tras finalizar la Primera Guerra mundial los políticos se preguntaban cómo iban a manipular a la gente por parte de los gobiernos y los medios de comunicación masiva, para esto específicamente se formula una pregunta ¿Qué efectos producen los medios en una sociedad de masas?

Concluimos que esta teoria puede resultar peligrosa por que no se pone entre dicho la veracidad de la información que trasmiten los medios a las masas.


Bibliografía



M.Wolf "La investigacion de la comunicación de masas"

Teoría Hipodérmica

Contexto

Es una teoría acerca del efecto de los medios de comunicación de masas sobre la opinión pública, elaborada en una serie de estudios, que no son empíricos ni teóricos. Realizados a finales de 1920 para analizar la influencia de los mecanismos de propaganda en la participación ciudadana masiva en la Primera Guerra Mundial. Estos estudios formaron parte de la primera ola de análisis sobre la Comunicación relacionados con los simultáneos desarrollos sociológicos y psicológicos sobre el concepto de masa; las conclusiones de los mismos se expresaron en las reflexiones de Harold Lasswell en Propaganda Techniques in the World War ("Técnicas de propaganda en la guerra mundial",1927), donde afirma que la propaganda, permite conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación. Por otra parte, entiende la comunicación en términos propagandísticos como la forma más eficaz de mediación.
De acuerdo al texto La Investigación de Masas de Mauro Wolf, históricamente, la teoría hipodérmica coincide con el peligro de las dos guerras mundiales y con la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas, y representó la primera reacción suscitada por este fenómeno entre estudiosos de distintos campos.

Los elementos que más caracterizaron el contexto de esta teoría son: por un lado, la novedad del fenómeno de las comunicaciones de masas, y por otro lado, la conexión de dicho fenómeno con las trágicas experiencias de aquel período histórico. Recluida entre estos dos elementos, la teoría hipodérmica es una aproximación global al tema de los media, indiferente a la diversidad entre los distintos medios, que responde a la pregunta: ¿qué efecto producen los media en una sociedad de masas?

El principal elemento de la teoría hipodérmica es en efecto la presencia de una teoría de la sociedad de masas, mientras que en su vertiente comunicativa opera complementariamente a una teoría psicológica de la acción. También podría describirse el modelo hipodérmico como una teoría de y sobre la propaganda.